Es evidente el hecho de que los padres deben esforzarse mucho más para poder comunicarse con sus hijos adolescentes. Si se logra que la comunicación con los hijos sea buena, la relación en general será buena y se tendrán mayores posibilidades de ayudarles. Para lograr esto se necesita tiempo y dedicación, pues no se dan en automático. Si se ha decidido enfrentar el reto de mejorar la comunicación con los hijos adolescentes, se tiene que pasar a la acción y hacer un esfuerzo consciente para lograrlo.
Y aunque no se pueden conseguir resultados sin trabajo, si se puede lograr que el esfuerzo tenga mayor impacto, especialmente si se toma en cuenta lo siguiente:· Ambiente de confianza. Los adolescentes necesitan saber que si le comentan a sus papás un problema, van a ser escuchados, a sacar algo de provecho, y por lo mismo pueden tener la certeza de que platicar con los papás algo delicado, vale la pena. Es necesario ser discretos con lo que los hijos nos comentan, ya que a nadie le gusta que sus ?secretos? sean platicados.· Crear momentos especiales. Es importante instituir que al menos una vez a la semana haya un evento que congregue a la familia de manera informal y en un ambiente agradable. Es importante hacer lo necesario para que sea un punto de convivencia y de plática tan atractivo, que todos los miembros de la familia estén esperando con gusto ese momento. Si el ambiente es realmente positivo, la comunicación se dará sin problemas, en forma espontánea y natural.· Presencia física. Cuando los hijos se hacen más independientes y pasan más tiempo fuera de casa, es común que los padres aprovechen también para salir. Sin embargo, es importante que los papás busquen intencionalmente ?coincidir? para que al menos uno de ellos esté en casa cuando los hijos llegan. Ellos se darán cuenta de que hay alguien que los recibe y está disponible para hablar cuando lo requieran. Y aunque en muchas ocasiones no se suscite un diálogo, con una vez que ocurra, la espera valdrá la pena, porque mantendrá vivo ese canal de comunicación.· Cultivar las oportunidades. Hay ocasiones, aunque no frecuentes, en que los hijos se acercan espontáneamente a alguno de los padres para comentar algo. Son oportunidades que hay que aprovechar para que el hijo se sienta escuchado, tomado en cuenta, respetado y apoyado. Pero para que eso suceda, los padres tienen que hacer lo necesario para que en ese momento el hijo sea su único centro de atención. Por desgracia, muchas veces nos ganan las ocupaciones y esas oportunidades, que difícilmente se repiten, se nos escapan de las manos.· Aprovechar experiencias de alto impacto. A veces sucede que alguno de los hijos es sacudido por algún acontecimiento cercano a él: la muerte de un compañero; el arresto de algún conocido; el éxito espectacular de alguien cercano o el embarazo de una compañera adolescente. Situaciones como éstas son oportunidades de oro para escuchar la opinión de los hijos, conocer su manera de pensar, e inducirlos a que saquen conclusiones y aplicaciones prácticas. Pero es importante evitar todo tipo de sermón.· ?Full contact?. No se trata de artes marciales sino de que cuando un hijo se acerca a los padres para hablar, es necesario dejar a un lado todo (televisión, libro, periódico), para hacer contacto visual y poner todos los sentidos en esa comunicación. Cuando eso sucede sistemáticamente, los hijos percibirán que lo que dicen realmente importa a sus padres y seguramente buscarán repetir la experiencia.
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